domingo, 11 de septiembre de 2011

Parpadeo



Arena diluida en los labios
-un rumor nuevo detrás
de la lengua y bajo el paladar-
que agita el pulso de las cuerdas
vocales, y ya todo tiembla
en un corazón metálico
donde no caben rimas en consonante
ni acordes, ni agujeros,ni palabras quedas.

Dormir en mis sueños y soñar
que no duermo en esta cama
sino tres planetas más lejos
de la Tierra,
y que todas las noches la miro
hipnotizada, deseando morderla
un instante solo,
antes de que siga girando
y mueran las cuatro estaciones
de un año de mi vida:
365 días, 6 horas y 9 minutos
esperando renacer de mis cenizas,
sin levantar polvareda.

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