miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mi vida en cuadras

A Pedro Aznar, por su voz en vos  


Veinticuatro ciento cuarenta y seis
pasan de largo
los labios veloces sobre
el asfalto mojado de la avenida
San Martín
Caricias goteando en la nuca que me encrespan
toda y el cristal del bondi se deja llevar
ronroneando apenas
Ahora entiendo todo menos
los ojos lloviendo
Claro claro el cielo por encima si
nuestros pechos
Por dentro transcurre la tormenta
los relámpagos de punta a punta conmueven
De la Historia no saldremos vivos
Pero lo importante
Está
y la cumbia en el cientodiez casi vacío
Qué gracia el pibe del flequillo
Y hemos coincidido tantas veces en la cama
que negarte otra ronda sería tan tonto
como Apolinario Figueroa y sus
jacarandás
de repente Corrientes
morados y rosas y azules altísimos
Gritos en boca de nadie
ya fue
Existen en serio
cotos y días y noches
abiertos a todas horas por si apetece
un empacho
Mientras permanezca Bianca seremos
tan felices como un niñito saltando los charcos
A oscuras
voy a recorrer tus calles cuando no me esperes
bajaré del colectivo con
este paraguas flaco y enfermo pero
azul
y alegre como un búho de ojos brillantes
que me recuerda a vos con su sigilo
Outlet Hilados para crear Arte Natural
Fábrica de pizzas
Rojo amarillo rojo
Ah qué lejos quedan de mi barrio
tanto como
Palermo y Paternal
Paysandú y Charcas
un octavo y un decimocuarto piso
Con ese beso que me has dado
el sol se ha vuelto
la gran petit-mort
Y Buenos Aires no sé cómo
 sigue en pie
como si nada
hubiera sucedido


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